En aquel tiempo, el simposio de metal ya tenía tres años de existencia. Para su cuarto año comenzamos a contactar a patrocinadores. Uno de ellos fue el Teatro Municipal de Mladá Boleslav. En aquellos momentos se estaba llevando a cabo la entrega de la compañía a la nueva dirección y Janeta Benešová nos mostró lo que había organizado en los simposios anteriores. Las fotos de las esculturas eran bonitas pero el problema fue volver a gestionar el material, las herramientas, el alojamiento etc. Al comprobar que era necesario tan solo gestionar el material (la madera) y el alojamiento, tuvimos una preocupación menos.
La instalación de esculturas metálicas no fue tan rápida como suponían los coordinadores. La siguiente instalación de otras esculturas de madera tan solo agudizaría el problema. Nos inspiramos en las fotografías de la señora Benešová. Volvió a nacer la idea según la cual los entalladores fabricarían los bancos durante los primeros dos días del simposio, como un programa adicional. Los entalladores completaron el programa precisamente en el momento en que la labor de los escultores de obras metálicas aún no se podía ver.
Entonces comenzamos a buscar tratando de obtener más información al respecto. Un entallador local nos recomendó a Václav Lemon y también, mediante la directora, nos dirigimos a Martin Kučera. La fecha no le convenía a Václav Lemon, sin embargo nos dijo que participaría con mucho gusto en el futuro, en el caso de que este evento se repitiera. Con una vez sería suficiente…